ALLI VIENEN MARCHANDO, COMO SALIDOS DE LAS PAGINAS DE LA HISTORIA: EL CUERPPO DE DRAGONES DE LA INDEPENDENCIA, SANTA FE, ARGENTINA.

En 1792 nace en Santa Fe la Primera Compañía de Milicias de Caballería de Blandengues.
Su creación surge ante la necesidad de contener el avance de los malones indígenas que bajaban desde el Chaco sembrando toda su crueldad y latrocinio contra su población, constituída entonces como ciudad fronteriza. Nadie hubiera imaginado por aquellos tiempos que este puñado de valerosos hombres transpondría los límites de su terrunio, para formar parte de la historia de la provincia primero y de la causa nacional después.
Apenas comenzado el siglo XIX se incorpora al ya legendario Cuerpo el joven Estanislao Lópoez, hijo de don Juan Manuel Roldán, Capitan de las Tropas de su Majestad Católica de España, y de doña María Antonia López. Su primer destino fue en el Fuerte del Socorro, en la frontera Norte, con el grado de Cadete. La vida en el fortín, la pampa y el monte; las fiera y el indio fueron proporcionando al muchacho las herramientas precisas para terminar de moldear su espíritu y su temple. Desde pequeño supo observar y estudiar cada movimiento desplegado por los montaraces, lo que le permitiría ir pergeniando las tácticas y estilos que adaptaría e incorporaría a su famosa montonera.
Con el grado de Sargento participo, junto a una centena de Blandengues voluntarios, de la campaña que el Ejército de La Primera Junta emprendió contra el Praguay bajo las ordenes del General Manuel Belgrano, dejando sentado todo su valor y patriotismo. A su regreso sus servicio estuvieron dedicados a la custodia de las fronteras de su Santa Fe natal.
El 24 de Marzo de l815 Santa Fe proclama su tan ansiada autonomía respecto de Buenos Aires, siendo electo gobernador don Francisco Antonio Candioti, quien deja de existir prontamente debido a la enfermedad que lo aquejaba.
El Directorio, que rechazaba esta determinación, ordena el envío de un Ejército encabezado por el Coronel Viamonte, quien logra apoderarse de la ciudad y nombrando en lugar de Candioti a don Juan Francisco Tarragona, hombre adicto al unitarismo. El 2 de Septiembre de ese mismo año Santa Fe vuelve a la esfera porteña.
En la ciudad reina la calma, como si la resignación ante la perdida de su bien mas preciado se hubiera apoderado de los habitantes de éstas tierras. Pero la calma no era tal, y la resignación no figuarba en el animo de los santafesinos.
Fue don Mariano Vera quien dio oigen a las acciones revolucionarias levantando silenciosamente a los vecinos.
Desde Añapiré, el ahora teniente, López se subleva junto con la Primera Compañía de Blandengues; desde Corónda y San José del Rincón han de sumarse las milicias reclutadas por Cosme Maciel y Javier Avalos, por su parte el Sargento Marcelino Avellaneda logra concretar el levantamiento de la Segunda Compañía de Blandengues. Todos marchan hacia Santa Fe para aunar sus fuerzas a las de Vera y sus Pardos para enfrentar a las tropas invasoras.
Los combates se libraban en distintos puntos de la ciudad cuando arribaron a ésta los doscientos hombres que don José Gervasio de Artigas envió como fuerza auxiliar guiados por el Comandante José Francisco Rodríguez. Numerosas fueron las bajas en ambos bandos, pero las tropas directoriales fueron vencidas en todos los frentes. El 31 de Mayo de l8l6 Viamonte y sus hombres deponen sus armas y se alejan de Santa Fe.
Restituída la calma Mariano Vera es elegido nuevo Gobernador procediendo a dictar sus primeros decretos por los que expulsa del territorio provincial a todos cuantos conspiraron en su contra.
Suprime la denominación de Compañías de Blandengues Primera y Segunda elevándolas a Escuadrones con el digno dictado de Dragones de la Independencia. Designa a Estanislao López con el grado de Teniente Coronel de Dragones y Comandante General de Armas de la Provincia de Santa Fe.